Durante la vida cotidiana el cuerpo se borra, desaparece del campo de la conciencia, diluido en el cuasi-automatismo de los rituales diarios. Quedando de esta manera las manifestaciones corporales relegadas bajo la represión y el aislamiento. El espejo se vuelve dócil, solo tu forma de verte te refleja. Sólo vos te ves. Dónde estás. Dónde estamos.
(haciendo la monografía del vampiro pude darme cuenta de que la idea fue muy buena)
Al TEAM de TEM.