lunes, 6 de julio de 2009

Olor a Viento

-¿Para qué sirven las espinas?

-Las espinas no sirven para nada; son pura maldad de las flores.

-¡Oh!

Y después de un silencio, me dijo con una especie de rencor:

-¡No te creo! Las flores son débiles. Son ingenuas. Se defienden como pueden. Se creen terribles con sus espinas…

-¿Tú crees que las flores…?

-¡No!, !No! Yo no creo nada! Te contesté cualquier cosa para que te calles. Tengo que ocuparme de cosas serias.

-¡De cosas serias!