martes, 16 de septiembre de 2008

Agua en lluvia


Se acercaba la época de las lluvias y algunos campos todavía no habían sido limpiados para la siembra. Por eso, Malafi, el líder de la tribu, ordenó sin pensar en las consecuencias, quemar los arbustos para adelantarse a las lluvias. Se levantó un fuerte viento que extendió las llamas por la maleza, produjo un terrible incendio y ahuyentó a todos los animales del bosque. Se desató el desastre, ya que las tierras y los animales eran el resultado de eternas y duras jornadas de trabajo por parte de los hombres quienes enfundaron su malestar en sus corazones y unieron fuerzas para realizar la protesta.
Ante esta inesperada situación, todos los habitantes de la tribu se revelaron contra la orden del cabecilla y con la responsabilidad sobre sus hombros, decidieron realizar un ritual para lograr nuevamente la fertilidad de las tierras y conservar nuevamente a los animales.
Malafi, sentía que su imperio se desmoronaba, y que su autoridad se veía afectada, pero en vez de unirse al grupo e inaugurar nuevas fuerzas para vencer la situación de caos que a todos los unía, en desacuerdo, desató un contraataque al ritual promovido por sus hombres.
Comenzó un largo rito entre ambos bandos que desencadenó una larga caminata junto con una gran lucha de poderes espirituales que se desparramaron sobre las tierras de la tribu africana. La energía y las malas vibras se expandieron sobre la totalidad de las haciendas y el terreno quedó absolutamente infértil y privado de todo tipo de voluntad.
Devastados, ambos bandos comenzaron un período de tregua que significó la toma de conciencia y la sensación de pérdida invadió sus almas.
Antú, una mujer de la casta, se insertó en la tregua y recordó a los habitantes que la tribu reconoce que la corrección para las conductas antisociales no es el castigo; es el amor y el recuerdo de su verdadera identidad y que de esta forma ya no hay deseos ni necesidad de hacer nada que pudiera dañar a otros.
Al finalizar sus palabras de aliento, se retiró sin mas decir, los hombres se tomaron de las manos y la tierra dio a luz.

jueves, 4 de septiembre de 2008

Un misterio de amor, una forma de ser feliz...

El: -¿Ya has visualizado tu cabaña?
Ella: -(Sin abrir los ojos) No, veo viñedos.
El: -¿En qué estás pensando?
Ella: -Estoy pensando en ti.
El: -He pensado que tal vez no deberías estar volando a ninguna parte, he pensado que quiero
que tu...
Ella: -¿Que yo...?
El: -Que te quiero. Es todo.