Entre tantos trazos de pintura acumulada y esas cosas que la gente hace porque le gusta, entre tantas imágenes y paletas gastadas de haber sido usadas por pinceles llenos de arte creativa. Entre tantas fotos, historias, películas, esculturas, donde cada uno es dueño de al menos una parte solo cuando se acerca a mirar. Entre todas esas cosas donde los ojos acumulan euforia, y las miradas se vuelven agitadas y removidas. Entre ese mundo donde uno cree encontrarse pero que al mismo tiempo se desencuentra. Vértigo.